Château Lafite Rothschild, AOC Pauillac, Rouge, 2007

Château Lafite Rothschild

Presentación
Cada una de las botellas tiene grabado un reloj de arena como recordatorio de las particulares condiciones que primaron en 2016 y que pusieron a prueba nuestra paciencia mientras esperábamos con resignación a que las uvas alcanzaran su grado óptimo de maduración.
Vendimia
El clima en 2016 fue extraordinariamente homogéneo en Burdeos, lo que tuvo como resultado una cosecha de gran calidad en toda la región.
La brotación se produjo prácticamente en la fecha habitual aun cuando la primavera fue más bien lluviosa y fría. De hecho, en junio predominaron los días nublados y las bajas temperaturas, sin embargo, la floración se desarrolló en buenas condiciones.
El verano fue caluroso y muy seco, casi demasiado seco a principios de septiembre, lo que en algunos casos afectó la maduración de las uvas.
El extraordinario terroir de Lafite hizo frente y salió airoso de las difíciles condiciones de estrés hídrico que predominaron hasta la llegada de la tan esperada lluvia el 13 de septiembre.
Lo anterior generó condiciones ideales para que las uvas alcanzaran un óptimo grado de maduración.
Uvas
Cabernet sauvignon : 84%
Merlot : 15%
Petit verdot : 1%

Degustación
Bello color rojo oscuro con destellos casi negros en la copa. El vino es claro, brillante y muy oscuro.
La nariz es aún discreta, sin embargo ya da indicios de su enorme potencial aromático: profundidad, complejidad y una sublime integración de los aromas provenientes de su paso por madera.
Se perciben algunas de las clásicas notas de violeta, muy sutiles todavía.
El ataque en boca es suave y aterciopelado. Luego, gradualmente intensifica su presencia y sin perder la suavidad alcanza una profundidad y una persistencia pocas veces vista.
El paladar medio tiene un equilibrio perfecto, con exquisita densidad y taninos firmes, todavía muy delicados.
El vino tiene una persistencia fenomenal y llena la boca con un cuerpo, un carácter y una presencia que no dejan ver ni el más mínimo defecto ni imperfección. Todo augura un futuro de esplendor.